El reflejo de un desconocido
De lo que pudo parecer y quizá fue... o no

20.3.04

Día bueno y malo hoy según se mire. Si voy por lo económico, ha sido cojonudo: vinieron güelito y güelita para comer todos juntos por el cumpleaños de Alma, y me dejaron una buena billetada; hasta hice cálculos inmediatamente y casi me decidí por hacerme el tattoo. Si lo miro por el lado moral, el día ha sido bastante jodido. Todo iba bien hasta la noche, pero al final no salimos; y ya fuera porque a mí me hacía falta haberlo hecho después de 15 días de sequía, o porque no pude evitar que se me viniera a la cabeza el presentimiento que ya tuve hace una semana relacionado con Bego, el caso es que me entró el bajón. Además Jandro me pasó otra remesa de mis emails desde Irlanda, y leerlos otra vez sólo sirvió para empeorar la cosas. Por el medio tuve una conversación trascendental (otra vez) con él sobre el sentido de nuestras vidas, el sentimiento de extravío, y el agarrarse firmemente a un salvavidas que se hunde... y las conclusiones fueron las de siempre, o la ausencia de ellas, que no sé quizá sea peor. Ayer llamé a Pablo, y me decía de volver a Galway este verano a currar; era una posibilidad en la que no había pensado, aunque si finalmente decidiese lanzarme, creo no volvería a meter la pata, y el billete sería sólo de ida.

23:55