El reflejo de un desconocido
De lo que pudo parecer y quizá fue... o no

27.3.04

Nada más salir de currar me llaman al móvil, y era Jandro. Estaba eufórico y quería que me reuniera con él en la plaza toros. Ya lo había notado por teléfono, pero na más encontrarlo estaba claro que llevaba una cogorza de cuidao, y además estaba por las nubes, porque había conseguido pillarse a Carmen. Como no podía pasar por casa así, me junté a él pa toda la noche. Lo malo fue que mientras él iba perdiendo ritmo, yo lo iba ganando según pillaba birras. Asi que tampoco hubo mucha noche porque a él le entró el bajón en cuanto se le fue la gran mangada. Lo único a destacar fue una pregunta que él me tiro sin venir a cuento con lo que estábamos hablando antes, pero ayudado porque acababa de encontrarlo y todavía estaba muy borracho: "y tu con Erika y Begoña qué?" Ya lo que me faltaba, si no me ha dado problemas una sola, como para tener dos de las que preocuparme. La coña es que un poco después, y ya un poco atizao, me dio por llamar a Marta.

23:57