El reflejo de un desconocido
De lo que pudo parecer y quizá fue... o no

25.4.04

Crónica sabadil con día de retraso.

Comida en Olloniego. Panzada enorme a base de escalopines al cabrales, y descubrimiento fundamental de la tarta de frixuelos.

Por la noche, primero Yamato. Fue algo impresionante, pocas veces he gastado el dinero tan bien. El subidón de energía y ánimos fue brutal. Son unos artistas, con una mezcla de ritmo y sentimiento que me dejó con una tremenda sensación de inmensa felicidad. De vez en cuando me daba cuenta de que tenía una sonrisa enorme dibujada en la cara, de manera totalmente inconsciente. Inolvidable, sin duda. De hecho voy a volver hoy con Alma.



Y luego salida por ahí con Félix, Fer y Dani. Un poco de sol y ya comenzamos la temporada de sidras...

18:53