El reflejo de un desconocido
De lo que pudo parecer y quizá fue... o no

13.4.04

Estoy de semivacaciones. Por decirlo de alguna manera, porque (aunque sí que sigo sin clases) de hecho tengo que pasar más tiempo en la oficina y todo, pero al menos estoy más relajado porque papá, mamá y Alma están pa Tenerife, y yo tengo toda la semana pa respirar tranquilamente, con la total seguridad de que no me va a llegar ningún mal rollo de los habituales. Ahora sólo tengo a Alex por casa, y es lo de menos porque cada uno hace su vida y está (tan simple, y tan difícil de entender para algunos). Encima hasta tengo que cocinar otra vez, que ya lo echaba de menos.

Lo que tengo que mirarme es porqué me he pasado unas 15 horas prácticamente seguidas delante de un monitor. Me presta un huevo, pero muy normal tampoco es. También es verdad que sol hace, pero en la calle hace un frío del carajo, y se está mejor calentín en casa. El momento tonto del día fue cuando me iba pa la oficina esta tarde: en una de las calles de camino están cambiando tuberías de agua o algo así, y el caso es que tenían mangueras soltando una corriente de agua bastante grande calle abajo, y que al chocar con vallas, coches aparcados... y ser una calle casi vacía sin peatones ni tráfico, cuando me di cuenta lo único que se escuchaba era el rumor del riachuelo que se había formado. Una completa pijada, pero al momento me vino a la cabeza que hacía meses que no escuchaba un sonido parecido; fue algo similar a cuando en Galway escuché un claxon de coche por primera vez en casi medio año.

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